jueves, 31 de marzo de 2022

Reflexión sobre trabajar, o mejor con quien trabajar… quizás muchos identifiquen esta situacion en su vida laboral!

Después de estudiar y comprender varios temas sobre un empleo, en una empresa, sobre todo corporaciones o empresas medianas y grandes, trabajar en microempresas y trabajar por cuenta propia, creo que lo mejor, desde mi punto de vista personal, es trabajar por cuenta propia, ser un freelance.

He descubierto que las grandes empresas, sobre todo las tradicionales y familiares, son cotos de poder cerrado, donde ellos deciden, que hará cada empleado, como y hasta le rigen sus normas de vida, profesional, personal y hasta familiarmente (Inconcebible, para los nuevos nativos digitales del siglo 21).

Las medianas empresas, siguen el mismo patrón retrogrado, por lo que se mantiene la tónica de un férreo control de cada individuo dentro de la empresa, y peor aún, si son familiares los diferentes directivos, pues ellos caen en contradicciones y la gente cae con ellos, generando malentendidos y controversias por cuestiones personales, más que por una política verdadera dentro del esquema de trabajo empresarial.

Y cuando llegamos a una pequeña empresa, liderada por un solo hombre, es catastrófico…pues todo depende de sus decisiones, si son buenas, puede ir bien, pero, cuando toma decisiones solo en base a su interés, y se equivoca, todo va en declive, pero a él no se afecta, solo los empleados y personal verán los efectos negativos… aparte de que quiere controlar también hasta el respiro de quienes trabajan en su entorno…

Y No, esta época, de la información y los cambios en tiempo real, es difícil de creer que tengamos todavía empresas y “empresarios” o comerciantes, que mantengan a otras personas así… tanto la economía, como las formas “tradicionales” de empleo están en pleno proceso de transformación, el teletrabajo que llego para quedarse y hacer su parte en la transformación de nuevos paradigmas, la disminución de las jornadas laborales(que en países como México y Perú, son de 48 horas y no solo exceden en tiempo formal, sino también en el informal, donde exigen más tiempo y pagan menos, pues lo pretenden compensar con tiempo libre y no siempre cumplen con esa promesa), hacen que mucha gente, comience a ver otras opciones, incluso migrar a otros países con menos régimen laboral tan absurdo y poco ajustado a una nueva realidad, que la pandemia libero, como demonios sueltos que necesitan nutrirse con nuevas formas de vida y de ampliar horizontes, y con una nueva clase de trabajadores, que no se atan a nadie por gusto, y si lo hacen es por una necesidad de crecer primero atados, por poco tiempo y luego liberarse, es lo que veremos después de recomenzar la vida, postpandemia incluida!

Lo tradicional en las empresas hace 40 años atrás era hacer una vida y ascender en estos entornos antes nombrados, cuando había la oportunidad, y muchos lo vivimos y lo pasamos…algunos hemos creado nuestras empresas y visto ir y venir gente, que en su momento también hicieron lo mismo que estas empresas tradicionales. Otros creamos una empresa disruptiva, pero a destiempo, y no funciono… Y hoy vemos que ni siendo empleador, ni empleado, se puede mirar atrás, y hacer lo mismo… y algunos lo entendimos y nos movemos ahora, como lo va planteando el nuevo ecosistema laboral, del siglo 21… Ya no más reglas rígidas, ni horarios estrictos, ni tiempo perdido en largas reuniones improductivas, que solo nos hacen perder tiempo y aburrirnos, porque nada de lo que se toca es trascendente para lograr las metas, ni profesionales, ni personales, ni productivas para la misma empresa… solo son para regañar, criticar y entorpecer las funciones normales que cada individuo tiene en su quehacer laboral…

Ahora, después de este análisis, llego a una conclusión: soy quien decido lo que quiero, y eso conlleva sacrificios, ¡pero también muchas satisfacciones!

Decido con quien trabajar, cual es el precio por servicio, negociado a veces, pero con beneficios, sino No valdría la pena. Y adicionalmente solo me muevo, para cosas que tengan algún valor agregado. Si no hay valor, sencillamente no lo hago.

Puedo integrarme a un grupo de trabajo, pero soy autónomo en mis decisiones de la forma como trabajo, no me ciño a horarios, sino a tiempos de entrega por producto o servicio terminado, y ahora disfruto más mis labores.

He logrado compaginar mi vida personal, Profesional y familiar, con equilibrio, a veces me surgen preguntas sobre si sería mejor estar dentro o fuera de las empresas, pero el resultado es el mismo, y si en verdad quieres algo nuevo, no esperes que otros, sin tu misma curiosidad y temple, te las pongan en tus tareas, eso NO pasara…

Los ecosistemas cambiaron, las empresas que no tengan una transformación ahora, en sus políticas tendrán una tendencia a fracasar o perder talentos, porque nadie aceptara imposiciones por mucho tiempo, el promedio de tiempo que se mantienen los empleados en una empresa, en la última década paso de 5 años a 2 años. La retención de talento se hace ardua para los departamentos de RRHH porque tampoco ellos están ni preparados ni encausados a mantenerlos, incluso la política de muchas empresas peruanas es: “que se vaya quien quiera, yo consigo uno más barato y que haga el doble que el que se fue”, esto lo he oído varias veces, con gente valiosa que se fue de empresas, y vaya que fue decepcionante escucharlo… en ellas cada persona es un número, y no vale nada fuera del entorno de la misma empresa…

Lo más importante de esta reflexión es que vemos que se ha deshumanizado al individuo, se prefiere gente que sea un autómata, que solo siga órdenes y que trabaje hasta el cansancio sin quejarse ni emitir opinión sobre su trabajo, so pena de un despido, casi siempre injustificado, en Perú se prefiere gente sumisa, que no diga nada, que acepte todo lo que diga el jefe y que se despersonalice, para complacer a los dueños…es una triste experiencia de empresas locales. Las transnacionales, están aprendiendo las malas mañas de las locales, aunque mantienen un perfil corporativo, ¡solo como pantalla!

Y por último los Head-hunter, muchas veces también fallan en decir cómo quieren los perfiles las empresas, y muchos perdemos tiempo en una búsqueda más de las veces no fructífera, por lo cual ya dejé de buscar por perfiles, y más bien trato de encontrar lo que más se parezca a lo que quiero tener como reto laboral.

Espero, que quienes lleguen a leer esta reflexión, ayuden a otros a ver, cual es la mejor perspectiva laboral que cada persona necesita para su desarrollo personal.